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Dracarys

                 

Original. 14/10/22. Estadio Ricardo Saprissa Aymá

¿Sucedió esto en Argentina, Alemania o Turquía? No. Este viernes Costa Rica presenció como el estadio Ricardo Saprissa Aymá ardió como nunca en la llama de las bengalas. El rugido del Monstruo retumbó por todo Centroamérica. Las más de 23 mil personas, entre jugadores, cuerpo técnico, directivos, prensa, aficionados y demás, fuimos testigos de un hecho histórico para el fútbol costarricense. La familia más grande y fiel de la región se unió en su total capacidad para hacer vibrar la Cueva como hace años no sucedía. 


Lo admito. ¡Mi piel se erizó al ver que no cabía un alma más en las gradas! Y no solo eso. Todos los que estuvimos ahí vimos cómo la Cueva latió a una sola voz durante la previa, los 90 minutos y más. Sonaba una de mis canciones favoritas: Monstruo de mi vida, mientras se desplegó la maravillosa manta donde se mostraba la cara del Monstruo, acompañada por la frase: Dracarys. Eso solo podía significar una cosa: toda la afición estaba invocando al Monstruo para que despertara y no dejara un solo rival vivo. No les miento. Cada minuto, desde que empezó a salir la manta, fue agonizante. Boquiabierta, con un destello en la mirada, el corazón a todo lo que daba, sedienta de triunfo. Lista para ver a mi equipo ganar un clásico más. Era el escenario perfecto para una de esas noches mágicas, la especialidad de la casa.


Y, ¿cómo no sentirme así? Por cosas que todos conocemos, teníamos 3 años desde que el estadio estuvo a su capacidad completa. Poco más de 2 años sin ver que no cabía un alma más en Sur. Pero ahora sí. Volvimos a llenar el estadio en el momento en que más nos convenía. Porque, como ustedes ya saben, nuestra afición no abandona. Le tenemos tanta fidelidad y amor a Saprissa, que eTicket colapsa cuando salen las entradas a la venta, si es que no se han vendido todas ya. Y, como de costumbre, fue una noche llena de gloria. El encuentro, aunque pudo haber terminado con un marcador más abultado, finalizó con 2 goles a favor nuestro, gracias a las genialidades de Arboine y Paradela, y el marco en 0 gracias a Chamorro y la excepcional línea defensiva que tenemos. 


Ustedes podrán decirme fanática, fiebre, apasionada, loca, como quieran. Pero quienes vivieron lo sucedido el 14 de octubre del 2022, me darán la razón. Esto va más allá de lo que he vivido en el estadio. Es el mayor espectáculo que mis ojos hayan visto a nivel futbolístico. Y pasó en mi estadio, con mi gente, mi familia, en una noche perfecta, viendo al equipo de mis amores sumar 31 clásicos de diferencia en la historia gloriosa del Deportivo Saprissa. 


Recuerden: No solo los Targaryen tienen la sangre del dragón en sus venas. El infierno es morado y vamos por mucho más💜





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